Por Hector Bruguera.
En el mundo de los anuncios publicitarios, la diversidad de estrategias y conceptos es tan extensa, que uno se podría pasar todo un año investigándola en Internet y cuando uno siente que ya se comprendió todo, al ponerse manos a la obra, resulta que ya ese target o meta no están en la misma sintonía que ayer. Hay que estar claro que el mundo está en constante cambio, así mismo las emociones, las razones y las decisiones de los consumidores: lo que hoy es un hit, mañana puede estar mas allá del olvido. La pregunta que hay que hacerse es: ¿por qué?
El manejo de técnicas gráficas es fundamental para el desarrollo de piezas publicitarias. Los informes de marketing dan ciertos indicios que pueden funcionar como brújula, indicando un norte a seguir en busca de ese anuncio que marcará tendencia en la región. Pero no hay que dejar de lado la experiencia acumulada como creativo en la industria, que es de gran ayuda. Dar ese voto de confianza a los instintos es fundamental, pero sobre todo, implica ser objetivo y no dejar cabos sueltos, proteger el proyecto de los gustos personales de quienes están interviniendo en el desarrollo de la campaña con el fin de que todo esté justificado y que cada elemento gráfico usado en la misma tenga una razón de ser.
Cuando se realiza una pieza de publicidad, lo que debe lograrse es la impronta de la marca en el consumidor, para ello es importante hacer una investigación sobre los beneficios del producto en el día a día del usuario y descubrir ese lado significativo en el nivel de los sentimientos; hacer una vinculación emotiva con él; dejar de lado el destacar únicamente los atributos y enfocarse en mostrar las sensaciones que va a percibir el consumidor al usarlo.
La simplicidad y las curvas en el diseño son elementos orgánicos atractivos al usuario, así que menos es más y no lo digo por ser amante del minimalismo; la sencillez visual y reducir los detalles superfluos dan el beneficio de transmitir una información clara y concisa. Hay que recordar que al ser humano le agrada simplificar todo para poder absorber la información y recordarla con rapidez. Actualmente, ante una saturación de contaminación visual que prácticamente hace que obviemos nuestro entorno, un diseño simple de un aviso hará que destaque por ser fresco y directo.
Me gusta pensar que un diseño acertado logra disolverse en el comportamiento humano, por ello, es significativo crear estímulos, sensación de aventura, de alegría, pero, sobre todo, de «tensión». Por ejemplo, una publicidad de una modelo que está a punto de morder una galleta, instintivamente incita a completar la acción, crea tensión y ansiedad en el consumidor al darle un cierre a ese evento, por ende, hay probabilidades de que esa persona tenga en mente comprar esas galletas.
Ser original, tratar en todo lo posible de marcar la diferencia, no son tareas fáciles y dependen del cliente para quien se trabaja, aunque creo que uno debería sentirse identificado con esto, cuántos clientes piden ideas que sobresalgan y terminan aceptando propuestas que se parecen a las de los competidores o, simplemente, son similares a sus publicaciones antiguas; es comprensible, los cambios dan miedo, pero ofrezco este punto de vista para reflexionarlo y analizarlo: cuando realices una propuesta gráfica que sea fuera de lo común, pero concisa y funcional con respecto a la promoción del producto, las probabilidades de retentiva por parte del consumidor son mucho más altas que las de un anuncio estándar y esto es así porque al ser una imagen nueva, en donde el producto está fuera del contexto normal, el cerebro se detiene y piensa hey, esto es algo que no había visto y por lo tanto absorbe toda la información posible, ya que para el ser humano la información es igual a sobre vivencia, información es poder!
Para mas información:
http://foroalfa.org/articulos/publicidad-del-concepto-a-lo-psicologico